Dietética y nutrición
Sin alimentación no hay vida y sin una buena nutrición no hay salud.
Con los alimentos recibimos los nutrientes, sustancias que es necesario aportar en la alimentación diaria para poder cubrir las necesidades que cada ser humano tiene en un momento determinado en la vida. Estas necesidades varían según la edad, sexo, actividad física y estado de salud.
Comer correctamente en cada etapa de la vida es el mejor seguro de salud y vitalidad.
Una buena alimentación des del principio de la vida condiciona la salud y el correcto desarrollo físico e intelectual. En la etapa de la madurez, una dieta equilibrada rica en los nutrientes necesarios y antioxidantes es una buena norma para prevenir el envejecimiento prematuro y una base excelente per asegurar la salud y la calidad de vida.
Des de hace poco tiempo , las pautas alimentarias de nuestra sociedad se basaban en la transmisión de unas tradiciones dietéticas y culinarias. Se utilizaban los productos del entorno y de temporada sabiamente combinados según una experiencia acumulada a lo largo del tiempo. Se sabía que no se podía prescindir de determinados alimentos sin que repercutiera directamente en la salud. Manteníamos un buen equilibrio ecológico con la naturaleza. En poco tiempo las coses han cambiado, nos hemos apartado tanto de la naturaleza que nuestra intuición y sentido común parece haberse perdido y si a esto le sumamos la gran oferta de alimentos que disponemos en la actualidad, está provocando una falta de valoración de los alimentos básicos e imprescindibles para llegar a conseguir una correcta nutrición.
La mayor parte de los problemas de salud actual son consecuencia de los nuevos hábitos nutricionales que han dado como resultado dietas ricas en grasas saturadas, con pocas frutas y verduras, mucho azúcar y productos lácteos, abuso de productos refinados, exceso de proteína animal y pocas vitaminas y minerales.
Con una correcta educación nutricional aprendemos a alimentarnos adecuadamente, a escoger los alimentos más ricos en los nutrientes que necesitamos en cada etapa de la vida y muy importante: aprendemos a recuperar el equilibrio a través de la alimentación que consistirá en escoger los alimentos más adecuados a la constitución y a la condición individual que nos acerquen el máximo posible al estado de salud óptimo, evitando los que nos alejen del mismo.
Es muy aconsejable reflexionar sobre nuestra actitud frente a la comida, sobre el tiempo que nos permitimos dedicarle en nuestras aceleradas vidas y empezar a tomar decisiones razonables. Seguro que así empezaremos a alimentarnos mejor.
No empieces una dieta que terminará algún día, inicia un estilo de vida que te dure para siempre.
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